Erase una vez dos amigos llamados Chano y Bartolo, vivían en el barrio de la Isleta en Las Palmas de Gran Canaria. Tendrían unos 4 o 5 años cuando se conocieron por primera vez. Su amistad comenzó en el colegio pero a medida que fueron creciendo ya eran casi como hermanos, siempre estaban juntos, se contaban todos sus secretos y preocupaciones etc.
Una de sus mayores aficiones era jugar al fútbol de hecho los dos jugaban en la categoría de infantil en el equipo llamado El Puerto, eran buenos jugadores Chano jugaba de portero y su amigo Bartolo jugaba de delantero, incluso a Chano lo llegaron a llamar la UD Las Palmas para si quería pertenecer a su plantilla, Chano la acepto, pero con mucha pena porque iva a dejar de jugar con su amigo inseparable Bartolo y iba a dejar a su club El Puerto con el que había estado jugando desde siempre. Bartolo siempre que podía iba a ver los partidos de Chano y también iva a las celebraciones del club como si fuera uno más de la plantilla.
Los dos amigos siguieron creciendo tanto como estudiantes, como personas y como futbolistas. Asta que llegó el momento en el que los niños dejarían el colegio para incorporarse al instituto, todo empezó normal, no le tocaron en la misma clase, en la clase de Chano mas bien habían unos cuantos que tenían pinta de haber repetidos muchas veces y de matados, a Chano le sonaba esa gente de verlas por su barrio. En la clase de Bartolo no había gente problemática.
Pasaron los días y Chano entablo varias amistades con sus compañeros de clase entre ellos los matados de la Isleta. Pasaron los días asta que los matados de la Isleta le dijeron a Chano que si quería ponerse con ellos en el recreo, Chano dudo por no dejar a su amigo Bartolo, pero aceptó ponerse con ellos en el recreo. Cuando llegó el recreo Chano se lo dijo a Bartolo y le respondió: Chano ¿tu estas loco? ¡Esos no son muy buena gente, son drogadictos y se dedican a robar! Y Chano le respondió: Tu lo que estas es celoso, y no digas esas cosas de mis amigos.
Esa fue la única disputa de todas sus vidas, los dos se amularon y cada uno se fue para su lado. Chano sin coger los concejos de su amigo Bartolo se fue con los matados, que saltaron el muro del instituto que daba para una finca de plataneras y allí se sentaron y Chano les pregunto que es lo que iban hacer allí sentados, todos se echaron a reír y Chano no lo entendió, pero nada mas ver que sacaron papelillos, hachís y tabaco ya sabia lo que iban a ser, ya que estas cosas las había visto en el programa de callejeros. Sus amigos lo invitaron a probarlo y Chano aceptó.
Asi pasaron los días en los que Chano se distanciaba cada vez mas de su mejor amigo Bartolo y cada vez estaba mas con los matados, lo de los recreos paso a ser una rutina, también salía a la calle con ellos y que se reunían con gente mucho más mayor que ellos y allí todos compartían los porros. Unos de estos días en los que Chano había dejado de ir a entrenar para reunirse con sus amigos, le preguntaron que se quería probar la heroína, que era mucho mejor que el hachís, y a pesar de los concejos de sus padres y las charlas en el instituto Chano se metió en el mundo de la heroína.
Así pasaron los meses, Chano demasiado adicto a la heroína, sus padres preocupados porque Chano no estudiaba, quejas de los vecinos por robos o intentos de robos, Chano ya no era el niño bueno si no que ahora estaba siempre discutiendo con sus padres, había días en los que no aparecía por casa, siempre llegaba a altas horas de la madrugada y no iba a clase.
Chano le debía mucho dinero al camello del barrio pero el le dijo que se lo pagaría. Los padres de Chano seguían preocupados por la situación de su hijo pero ellos no sabían que hacer ya que no sabían lo que le pasaba, Bartolo también estaba preocupado, su amigo de toda la vida se estaba echando a perder.
Y la situación terminó que Chano no apareció por casa durante días y sus padres se preocuparon por el llamando a la policía. Todo esto salió en los medios de comunicación y Bartolo lo vio, nada mas saberlo, hecho a correr hacia la casa de Chano y allí se encontró con una familia totalmente destrozada, Bartolo no pudo soportar los llantos y el también lloró.
Los policías afirmaron que Chano se había ido por propia voluntad por la situación en la que estaba, pero ¿y si no es verdad que se fue por voluntad propia y el camello que le debía dinero tiene que ver algo con esto? El caso que como la situación de Chano no la conocía nadie porque no les decía nada a nadie, esto se quedo así.
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