Lectores y escritores

En este apartado el protagonista es el lector y sus creaciones, EL LECTOR ESCRITOR, en su sentido más amplio; es decir, no sólo el lector de mis libros sino todo aquel que quiera enriquecer este rincón literario con sus textos. Envíalos a la dirección:

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En el "asunto" de tu correo escribe el título de tu composición, tu nombre y, si lo deseas, tu lugar de residencia. Ejemplo:





La luz en la niebla. Pedro Márquez. Gran Canaria.



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¡BIENVENIDOS!

La violonchelista. Carolina Hernández. Las palmas

 Una chica tocando el violonchelo, una pareja en bicicleta y un paraguas de colores.

La violonchelista

En una céntrica y concurrida calle de la ciudad, mientras la mayoría de las personas caminaban a toda prisa, había alguien disfrutando de la hermosa melodía que tocaba una chica con su violonchelo. La joven  músico estudiaba en el conservatorio de la ciudad, pero lo que realmente le  gustaba era salir a la calle a tocar para la gente de a pie, sin normas, sin profesores…
De repente empezó a llover y las personas que se encontraban en esa calle empezaron a correr, buscando un lugar donde cobijarse, pero Susana, que así se llama la joven, se quedó allí, tocando du maravilloso violonchelo, que era su gran pasión.
Tras pasar largo rato bajo la lluvia, Luis, un joven que llevaba observándola un tiempo, se acercó con un enorme paraguas de colores para protegerla de la tormenta, ella, agradecida, le dedicó una dulce sonrisa y siguió con su música.
Cuando terminó de tocar, Luis se ofreció para acompañarla a casa y durante el camino, mantuvieron una agradable conversación, el era más apasionado del deporte que de la música, pero se contaron todo acerca de sus aficiones.
Susana llegó a casa muy contenta, creía que había encontrado a alguien especial, pero se encontraba muy agotada y algo resfriada. Al día siguiente, Susana, se levantó enferma, pero había quedado con Luis para ir a dar un paseo en bici y no quería ni podía decir que no. Estuvieron quedando durante una semana, pero el estar tanto tiempo bajo la lluvia y el no curarse el resfriado le pasó factura a Susana y le dio una grave neumonía.
Luis estuvo a su lado todo el tiempo que ella estuvo enferma, Susana se sentía muy feliz, había encontrado a su gran amor, pero tristemente falleció. El lo pasó muy mal, se pasaba día y noche recordando cómo y cuando la conoció.
Finalmente, cuando tuvo fuerzas, al cabo de un tiempo, Luis dejo un ramo de rosas rojas en el sitio de esa céntrica calle donde la conoció, con una nota que decía: "que tu música no pare de sonar allá donde estés"

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