LA COPA DE HAVANA CLUB
Un día en la pasarela Cibeles se encontraba una joven llamada Estela con una falda estampada de leopardo y una camisa negra lisa. Ese día, la chica había tenido una mañana distinta al resto.
Al levantarse de la cama, Estela sintió que no estaba sola en la casa. Cuando se dirigía al baño, localizó una preciosa melena rubia que asomaba por la puerta de la cocina. Sorprendida, la joven decide acercarse sigilosamente y descubre que esta estaba preparando el desayuno. De repente la chica rubia se gira y descubre a Estela asomada a la puerta, esta se asusta y ambas comienzan a gritar. Una vez calmadas, se sientan a hablar y Estela comienza a recordar lo sucedido.
Todo comenzó en un bar donde ambas chicas se encontraban inmersas en sus propios pensamientos. El camarero, al verlas, decidió invitarlas a una copa de Havana Club a cada una. A raíz de esto, las chicas comenzaron a hablar y pasaron así el resto de la noche.
De nuevo en el piso de Estela, ambas intentaban recordar cómo habían llegado hasta allí, pero ninguna se acordaba de nada. En ese momento suena el teléfono, era Alberto, el camarero del bar explicándoles que habían encontrado al hombre siniestro. Las chicas, confundidas, le piden que les explique lo sucedido.
Al parecer, un hombre se les acercó en medio de la noche y les ofreció un pastelito con huevas de pescado. Las jóvenes tras tomarlo cayeron desplomadas al suelo y el hombre desapareció. El camarero tras llevarlas al apartamento de Estela, dedujo que el pastel estaba envenenado y salió en busca del hombre misterioso.
Al final de la noche, el camarero junto con la policía lograron encontrar al hombre siniestro, que resultó ser el hermano gemelo de Alberto, que había pasado la mitad de su vida intentando arruinar la vida del hermano.
No hay comentarios:
Publicar un comentario