Lectores y escritores

En este apartado el protagonista es el lector y sus creaciones, EL LECTOR ESCRITOR, en su sentido más amplio; es decir, no sólo el lector de mis libros sino todo aquel que quiera enriquecer este rincón literario con sus textos. Envíalos a la dirección:

miguelangelguelmi.escribe.narramos14@blogger.com



En el "asunto" de tu correo escribe el título de tu composición, tu nombre y, si lo deseas, tu lugar de residencia. Ejemplo:





La luz en la niebla. Pedro Márquez. Gran Canaria.



Por último, escribe o pega el texto en el cuerpo del mensaje.



¡Y RECUERDA! Cuida la ortografía y los signos de puntuación.



¡BIENVENIDOS!

En busca de la fortuna. Ana Mª Ortega Hernández

_En busca de la fortuna_

 Había una vez un niño llamado Chen que vivía en un pueblo remoto de China llamado Sol del Atardecer. En ese pueblo de colores grises, los mayores trabajaban todo el día sin apenas un descanso para ver a sus familias.
 Chen era un niño que tenía tres años al que le gustaba ir al parque en busca de insectos para coleccionar y jugar con su abuelita.
 A medida que Chen iba creciendo comenzaba a extrañar cada vez más a sus padres, a los que no podía ver durante todo el día para jugar, o simplemente poder contarles sus aventuras con los insectos más extraños del parque. Tal fue la añoranza que sintió el niño un buen día, que éste se quedó una tarde sin jugar para poder ingeniar la manera de que sus padres tuviesen un trabajo mejor en el que ganasen mucho dinero sin tener que pasar tanto tiempo fuera de casa.
 Esa misma noche, Chen comenzó a soñar que viajaba en avión a la India para ampliar su colección de insectos. Al llegar le sorprendió un olor a rosas que desprendía un mercadillo antiguo situado en la ciudad.
 Chen observó un puesto de alfombras persa que tenía una señora mayor llamada Lila. Se acercó al puesto de la anciana y fue cuando se le ocurrió la genial idea de vender las alfombras persa por todo el mundo, con la ayuda de sus padres y un camión amarillo que le prestaría su tío Lee. De esta forma haría una fortuna inmensa que le proporcionaría pasar más tiempo con sus padres.
 De repente se escuchó un despertador a lo lejos de la habitación y los pasos de la abuela que se iban acercando a su cama para llevarle un zumo de naranjas mientras le animaba a despertarse para ir al colegio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario