Lectores y escritores

En este apartado el protagonista es el lector y sus creaciones, EL LECTOR ESCRITOR, en su sentido más amplio; es decir, no sólo el lector de mis libros sino todo aquel que quiera enriquecer este rincón literario con sus textos. Envíalos a la dirección:

miguelangelguelmi.escribe.narramos14@blogger.com



En el "asunto" de tu correo escribe el título de tu composición, tu nombre y, si lo deseas, tu lugar de residencia. Ejemplo:





La luz en la niebla. Pedro Márquez. Gran Canaria.



Por último, escribe o pega el texto en el cuerpo del mensaje.



¡Y RECUERDA! Cuida la ortografía y los signos de puntuación.



¡BIENVENIDOS!

Cadena de favores. (Grupo: Las majas)

Recortes: David Silva, mujer hindú, ciclistas, mujer tocando violonchelo, chalet, bombones Mon Cheri, Virgen del Pino, paraguas, dos coches, globo del mundo, pulsera.


Esta historia está protagonizada por el conocido futbolista David Silva. Como ya todos nos podemos imaginar este vive en un hermoso chalet en el sur de Gran Canaria, pero lo que no todos saben es la ferviente devoción que siente el futbolista por la Virgen del Pino.

Debido a ella, Silva comenzó una campaña llamada "Cadena de Recogida de Donaciones", con la intención de que se llevara a cabo por todo el mundo. Dicha cadena la comenzaron unos amigos suyos que se dedicaban a hacer ciclismo y, como no podía ser de otra manera, estos organizaron un maratón. Para seguir la cadena, los ciclistas le propusieron a una amiga que la continuara. Ella tocaba el violonchelo en una orquesta, así que esta músico realizó cuatro conciertos en las calles más concurridas de Las Palmas de Gran Canaria. Y, así, continuo la cadena hasta recaudar tanto dinero como para comprar dos Ferrari.

Cabe destacar que cada persona que participara con un donativo en los diferentes eventos que se realizaron, sería obsequiada con una pulsera diseñada para la causa.

Una vez recaudado el dinero y teniéndolo en su poder, David viajó a la India. Era el momento del acto de entrega de los donativos. De camino a la entrada, una tormenta llegó en forma de abundante lluvia, por lo que David, se vio en la necesidad de abrir el paraguas que llevaba. Pero cuando fue a usarlo, se percató que una señora hindú y su perro estaban desprotegidos bajo la lluvia, así que, muy amablemente, les cedió su paraguas, quedando él bajo la intemperie. Sin más preámbulo, decidió que ese era el mejor momento para comerse su último Mon Cheri.

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